El curso pasado, por San Valentín, hicimos un cuadro que simulaba ser un ramo de flores para regalar a nuestras familias.
Primero estampamos nuestra mano y parte de la muñeca en color verde, en una cartulina blanca, como si fueran las hojas y el tallo.
Una vez que se ha secado, le pegamos corazones grandes, medianos y pequeños como si fueran los capullos de rosas. Gracias a la seño Belén pudimos tener estos tamaños de corazones porque tiene una troqueladora magnífica.